Ecografía abdominal

 

El estudio ecográfico abdominal ó ecografía abdominal incluye la valoración de los siguientes órganos:

– Hígado

– Vesícula biliar y vías biliares

– Páncreas

– Bazo

– Riñones

– Aorta abdominal

– Retroperitoneo y masas o colecciones líquidas abdominales

 

La ecografía abdominal ha logrado ocupar un lugar privilegiado en el diagnóstico y el manejo de la patología digestiva y urológica. Es un método sencillo de realizar en cuanto a la preparación del paciente y a la disponibilidad del equipamiento necesario para hacer la prueba.  Es no invasivo y no expone al paciente a radiaciones ionizantes. Por lo tanto se trata de un método de diagnóstico sin riesgos para el paciente y con un alto rendimiento diagnóstico para el médico que lo solicita.

Desde el punto de vista de la patología digestiva nos permite un estudio detallado de la estructura, tamaño y morfología del hígado, lo cual tiene una importancia enorme en el seguimiento de los pacientes diagnosticados de hepatitis. Especial relevancia tiene en aquellos casos donde existe una hepatopatía crónica evolucionada, en la cuales existe riesgo de malignización pudiendo aparecer nódulos tumorales, que cuando son diagnosticados de forma precoz (menores de tres centímetros) tienen buenas opciones terapéuticas y un mejor pronóstico.

En los pacientes que padecen trastornos digestivos con distensión abdominal, nauseas, digestiones lentas, etc., la ecografía es el método de elección para descartar patología biliar (cálculos biliares y/o inflamación vesicular), así como la evaluación de las vías biliares y páncreas.

En un estudio ecográfico abdominal rutinario se realiza una valoración de la aorta abdominal, evaluándose su diámetro para diagnosticar la presencia de una dilatación aneurismática, ya que en los casos donde el aneurisma presenta un diámetro mayor de 5 cms.  existe un riesgo cierto de fisura y rotura de la pared arterial, con un alto riesgo para el paciente. También realizamos una evaluación de la presencia de adenopatías (ganglios linfáticos) patológicas que nos pueden estar indicando distintos tipos de patología.

En aquellos pacientes que sufren dolor lumbar, la ecografía es una herramienta diagnóstica fundamental ya que nos permite evaluar los riñones de manera muy fiable, ya que nos permite descartar o identificar la presencia de cálculos renales y objetivar la presencia de dilatación de los sistemas excretores renales. También es la ecografía abdominal la primera opción en el estudio por sospecha de patología tumoral renal o vesical.

Otra aplicación rutinaria de la ecografía abdominal es el diagnóstico de aquellos casos donde existe distensión abdominal, ya que nos permite con gran sencillez diagnosticar la presencia de líquido libre (ascitis) e incluso nos facilita su punción y aspiración con guía ecográfica con el objetivo de obtener una muestra para analizar sus características y así definir su origen. Y en los casos donde no existe ascitis, nos es posible descartar o confirmar la presencia de masas tanto sólidas como quísticas, e incluso en algunos casos nos permite plantear la sospecha de benignidad o malignidad de la misma.

Resumiendo, la ecografía abdominal es una herramienta diagnóstica de primera línea en el estudio de pacientes con sospecha de patología digestiva, urológica, hematológica u oncológica.

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